Muchas personas son fanáticas y adictas a los lácteos de vaca: leche, yogur, quesos… y son alimentos que cuesta mucho eliminar de la dieta.
Los lácteos, son un alimento que, junto con el gluten, los procesados, los aditivos, grasas saturadas, etc. nos inflama el organismo y puede ser el origen de muchas molestias a nivel físico y emocional / mental. En concreto, los lácteos:
Favorecen la mucosidad, tanto a nivel respiratorio como a nivel del intestino. Por tanto, no es un alimento recomendable cuando se está acatarrado y con mocos (¡¡olvídate del consejo del ‘vasito de leche con miel’!!)
Destruye y desequilibra la flora intestinal
Puede producir dolores de cabeza
Dificultan las digestiones o las hace pesadas
Produce alergias
A pesar de ser difícil de eliminarlos de las dietas podemos encontrar alternativas como es, por ejemplo, probar lácteos de cabra. Tampoco es el ideal, pero es más aconsejable que la vaca. Otra opción es sustituirlos por lácteos vegetales, fermentados que además ayudarán a la microbiota y por tanto al sistema inmunológico.
Te preguntarás de dónde poder conseguir el calcio para tener unos huesos fuertes, pues te diré que hay muchos alimentos mucho más saludables que la leche de vaca, con mayor aporte en calcio y con una forma más fácil de asimilarlo:
Almendras crudas sin sal
Crucíferas en general: coliflor, brócoli, kale, coles de Bruselas, etc.
Hojas verdes: espinacas, acelgas, hierbas aromáticas, … sobre todo el kale
Sésamo y salsa tahini
Higos
Naranjas
Semillas de amapola
Algas (cuidado por su alto contenido en sal)
Quizá otra pregunta que te tengas que hacer es ¿Cómo absorber el calcio? Necesitamos vitamina K para poder absorberlo y cómo no, esa vitamina está muy presente en todo lo verde: espinacas, apio, brócoli, acelgas, hierbas aromáticas, … y es que la naturaleza es sabia y nos dice que tenemos que llenar nuestro plato de frutas, verduras y hortalizas.
Además, es importante eliminar aquellos alimentos que nos roban el calcio dado que son acidificantes para nuestro pH como todo lo refinado y procesado, la sal, el azúcar, el gluten, etc.
Bueno, te cuento la receta de hoy: un queso vegano de untar. ¡Pruébala y a ver qué te parece!
Ingredientes
1 taza ó 150g almendras crudas peladas hidratadas durante una noche
1 taza ó 150g anacardos crudos hidratados durante una noche
1taza de agua mineral
1 diente de ajo pequeño
1cs romero molido
1cs orégano molido
1cs albahaca seca
Zumo de 1 limón
1cc de sal marina
Preparación
1. Pon en remojo los anacardos y las almendras el día anterior y tenlos toda la noche en agua
2. A la mañana siguiente tira el agua, enjuaga bien los anacardos y almendras
3. Bate todos los ingredientes en la batidora excepto las hierbas (romero, orégano y albahaca) hasta conseguir una textura cremosa y fina
4. Añade las hierbas y mezcla bien hasta integrarlas con la crema
5. Consérvalo en un bote de cristal grande, de tal forma que la mitad del bote quede vacío ya que cuando se produzca la fermentación aumentará de volumen y se rellenará
6. Cubre el bote de cristal con un trapo o con un trozo de papel de cocina, pon una goma elástica para que se conserve bien y déjalo fermentar mínimo 24 horas o más a temperatura ambiente (fuera de
la nevera)
7. Pasadas esas 24 horas, el queso habrá aumentado su volumen y veremos las burbujas de la fermentación, ideal para nuestra microbiota. Podemos optar por conservarlo en la nevera para su consumo
o dejarlo fermentar unas horas más, hasta 48 horas.
8. Una vez guardado en la nevera continuará con su proceso de fermentación pero mucho más lento ya que está en frío.
Este delicioso queso vegano puede conservarse en la nevera durante semanas y se puede comer con algún pan sin gluten, o con algunas hortalizas / crudités cortadas (zanahoria, pimiento rojo, apio, pepino, etc.)
Si te animas a hacerlo puedes colgarlo en Instagram etiquetándome:
@analarriuthealthcoach.
¡Me encantará ver el resultado y saber si te ha gustado!
¡Espero que te guste el sabor! Es una textura cremosa, de untar, con un sabor muy rico a las hierbas secas.
¡Disfruta!