Os traigo un clásico: ¡tarta de zanahoria!! Muy rica y con un ‘frosting’ deliciooooso y natural.
Es muy fácil de hacer y no tiene gluten ni azúcares refinados. Sólo con ingredientes naturales.
Siempre insisto en el tema del azúcar pero es que es una realidad; hay que evitar el azúcar a toda costa ya que el impacto sobre nuestro organismo es muy negativo. Sobre todo, el azúcar blanco refinado. Hay muchos sustitutos, pero muchos de ellos son igual de poco aconsejables. A mí me gusta endulzar con dátiles, con uvas pasas, con azúcar de coco, canela, cardamomo, a veces con miel, eventualmente con panela o sirope de agave, … aunque estos dos últimos no los utilizo mucho.
Es cierto que cuando se prepara algún dulce en casa, ya sólo el hecho de ser casero es mucho más saludable y apetitoso que cualquier bollo industrial que nos encontremos envasado; pero, como decía, también podemos mejorar la receta o, al menos, hacerla más nutritiva cambiando algunos ingredientes como el azúcar o las harinas y buscar sustitutos más saludables.
Y es que incluso cuando comemos un dulce puede ser saludable, ¿no crees?
Así es que hoy te traigo una merienda deliciosa para todos y rica en calcio.
Las zanahorias, pertenecen al grupo de alimentos con más beneficios para nuestra salud. Estas maravillosas hortalizas de raíz llenas de antioxidantes, carotenos y fibra con grandes propiedades para el sistema digestivo, las defensas y la vista.
Son ricas en potasio, calcio, magnesio, fibra, ácido fólico y vitamina C. Y su color de color naranja es gracias a los betacarotenos, con potentes propiedades antioxidantes que nos protegen contra los radicales libres y ayudan a prevenir algunos tipos de cáncer como el de colon, de boca, de pulmón, …
Te cuento algún otro beneficio de las zanahorias:
1.- Son buenas para nuestros dientes y encías ya que contienen flúor que cuida el esmalte dental
2.- Ayudan a mejorar algunos problemas intestinales, como el estreñimiento, gracias a su alto contenido en fibra. También calman algunos dolores gástricos y el exceso de acidez. Es muy conveniente comerlas crudas, en ayunas, por la mañana. Tanto en zumo como enteras, crudas.
3.- Son diuréticas gracias a su alto contenido en agua. Pueden ayudar a eliminar cálculos renales
4.- Son ricas en potasio y fósforo ayudando a relajar el sistema nervioso
5.- Evitan el envejecimiento prematuro gracias a los betacarotenos.
6.- Protegen nuestra vista
7.- Son muy alcalinas y fortalecen y revitalizan las uñas y el pelo.
Además de las zanahorias, esta tarta tiene otros ingredientes muy saludables como almendras, un alimento muy rico en calcio y que, por tanto, fortalece los huesos, pero además previene la anemia gracias a su contenido en hierro; también ayuda a mejorar la memoria, contribuye con la mejora de la piel, cabello y uñas (gracias a la vitamina E).
Ingredientes
2 zanahorias grandes
1 taza y ½ de harina de almendras (*)
2 huevos
1cs de canela
3cs de aceite de coco derretido
8 dátiles sin hueso
¼ de taza de nueces troceadas
½ taza de coco rallado
(*) puedes molerlas tú mismo con un molinillo
Ingredientes para el ‘frosting’
1 taza de anacardos en remojo 12 horas
2cc zumo de limón
2cc aceite de coco derretido
2cs sirope de agave
¾ taza de agua
Preparación
1.- Pelar y rallar las zanahorias
2.- Cortar los dátiles en trocitos pequeños
3.- Batir los huevos y añadir el resto de los ingredientes: la harina de almendras, dátiles, zanahorias ralladas, canela, el aceite de coco, el coco rallado y las nueces.
4.- Mezclar bien con la ayuda de una cuchara para que se mezcle de forma homogénea.
5.- Coger un molde de repostería. En vez de untar el molde con aceite vamos a utilizar otro sistema muy práctico: coger un trozo de papel de horno tan grande que cubra el molde y las paredes, mojar el papel con agua, escurrirlo bien apretando con las manos y ponerlo dentro del molde cubriendo éste y las paredes. Verter la masa en el molde.
6.- Meter el molde en el horno, previamente calentado a 180ºC sin aire, durante 35 - 40 minutos. Es importante mirar pasado ese tiempo ya que quizá necesite un poco más de horneado, depende del horno.
7.- Mientras podemos ir haciendo el ‘frosting’. Batir todos los ingredientes a gran velocidad. Iremos añadiendo agua, poco a poco, según lo vayamos necesitando. Quizá sea necesaria algo menos del agua indicada (¾ de taza), dependerá de la textura que vaya cogiendo el preparado.
8.- Una vez hecha la tarta, sacar del horno. Dejar enfriar.
9.- Una vez fría podemos hacer dos cosas: bien cortar la tarta por la mitad y rellenarla con parte del frosting. Colocar la mitad de nuevo encima y volver a untar frosting. O bien, la opción que he hecho yo en la receta que es poner el ‘frosting’ únicamente por encima.
¡Lo que cada uno prefiera!
Decorar por encima con unas nueces troceadas, y un poco de zanahoria si se desea.
¡La tarta está lista! ¡Muy sencilla, nutritiva y una delicia de merienda!
¿Te animas a prepararla? Si te animas a hacerlo puedes colgarlo en Instagram etiquetándome: @analarriuthealthcoach. ¡Me encantará ver el resultado y saber si te ha gustado!
¡Espero que te guste tanto como a nosotros! ¡Disfruta!