sistema inmunológico

KOMBUCHA, ‘ELIXIR DE VIDA’. BEBIDA FERMENTADA PARA CUIDAR TU SALUD

Kombucha 1 - copia.jpg

Seguro que llevas mucho tiempo oyendo hablar de la kombucha como el ‘elixir de vida’ y la verdad es que una bebida muy interesante por sus propiedades probióticas.

Es una bebida fermentada que se prepara con una infusión de té verde y/o negro y que se fermenta con una simbiosis de levaduras y bacterias llamada ‘SCOBY’ (siglas en inglés: Symbiotic Culture Of Bacteria and Yeast). También necesita de azúcar para ayudar a alimentar al scoby durante la fermentación y agua.

Es una gran alternativa a bebidas gaseosas y azucaradas que no nos aportan nutrientes sino más bien lo contario.

Se puede tomar al natural o bien se puede tomar con sabores: jengibre, naranja, limón, frutos rojos, especias como cardamomo, etc. Eso se consigue en una segunda fermentación. Te lo cuento todo en este artículo.


Es muy sencillo de preparar en casa. Necesitas muy pocos ingredientes y un poco de paciencia que es el tiempo que tarda en fermentar y en estar lista para que puedas disfrutar de ella y de sus propiedades. Te cuento alguno de sus BENEFICIOS:

1.- Equilibra la flora intestinal gracias a su contenido en probiótico

Los probióticos proporcionan a nuestro intestino bacterias buenas, saludables que van a ayudar a nuestro organismo a mejorar su salud reduciendo la inflamación y mejorando las digestiones, entre otras cosas.

2.- Es antioxidante y fortalece el sistema inmunitario 

Los antioxidantes son unas sustancias que encontramos en los alimentos y bebidas y que son muy interesantes para nuestro organismo ya que nos ayuda a luchar contra los radicales libres.

En nuestro día a día nos exponemos a elementos que pueden dañar nuestro organismo, nuestras células y promover el desarrollo de tumores. Alimentos naturales (frutas y verduras, etc.), alimentos fermentados, té verde, etc. nos ayudan a fortalecer nuestro organismo, nuestra flora intestinal y nuestro sistema inmunitario para poder enfrentarse a células tumorales y eliminarlas, a virus, parásitos, bacterias, etc.

Es una bebida que ayuda a aumentar las defensas fortaleciendo el sistema inmune, aportando energía y vitalidad a nuestro organismo, reduciendo los síntomas de alergias y regulando la presión arterial.

 
3.- Antibacteriana y fungicida

Al estar elaborada con té verde tiene considerables propiedades antibacterianas ayudando a evitar o suprimir el desarrollo de bacterias y levaduras malas. Es muy recomendable para personas que sufren de candidiasis ya que ayuda a reducir los síntomas gracias a estas propiedades antibacterianas

4.- Disminuye la inflamación articular, ayudando así a prevenir la artritis y manteniendo las articulaciones saludables

5.- Mejora la digestión y regula el tránsito intestinal 

6.- Hidrata, sin tener que recurrir a bebidas industriales con más cantidad de azúcares y aditivos. Además, podemos disfrutar de diferentes sabores del té de Kombucha si durante su fermentación se añaden frutas o zumos orgánicos


¿DÓNDE COMPRAR KOMBUCHA? ¿PODEMOS PREPARARLA EN CASA?

 La kombucha puede comprarse en tiendas ecológicas, herbolarios, en tiendas online, etc.

También se puede hacer en casa. Para ello necesitamos el SCOBY que podemos conseguir comprándolo en herbolarios, tiendas ecológicas, tiendas online o también alguien que conozcas que haga kombucha te podría dar un SCOBY para poder empezar.

Podría empezarse también sin SCOBY, es decir, de cero, pero con unos 350ml de kombucha ya preparada. En ese caso es un proceso un poco más difícil y engorroso. Así es que mi recomendación es, si deseas hacer kombucha casera, que lo hagas con un SCOBY.

Si decides hacerla casera es muy importante la limpieza para no contaminar el scoby.

 

¡Te cuento la receta!


Ingredientes

Un SCOBY (‘Symbiotic Colony of Bacteria and Yeast’)

1 taza de kombucha ya hecha (‘starter liquid’)

4-6 cucharillas de té verde BIO

200gr de azúcar (1 taza)

Agua filtrada o mineral (4 litros)

Recipiente de cristal grande (capacidad mínima de 5 litros)

Trapo de algodón

1 goma elástica


Preparación:

En esta primera fase vamos a preparar la kombucha siguiendo las instrucciones. De esta forma conseguiremos la PRIMERA FERMENTACIÓN. Un proceso de unos 15 días muy sencillo.

¡Te lo cuento paso a paso!

1.    Hervir 2 litros de agua y añadirle el té verde para que infusione durante 7 - 8 minutos mínimo. Después se retira pasando el agua por un colador. Quedará un té concentrado. Dejar enfriar

2.    Cuando esté templado o frío (22 - 25°C como máximo) pasar esos 2 litros de agua al envase de cristal que vamos a utilizar para hacer la kombucha y añadir el azúcar (es el alimento del scoby).

3.    Añadir los 2 litros restantes que habíamos hervido y mezclar todo bien con una cuchara de madera: azúcar, té verde y agua

4.    Ahora vamos a manipular el scoby. Es muy importante tener las manos muy limpias al manipularlo: añadir el scoby y la taza de kombucha ya hecha (‘starter liquid’)

5.    Tapar en envase con una tela 100% algodón para que el líquido tenga oxígeno y no se contamine con bichos, polvo, etc. Sujetar el trapo con una goma elástica

6.    Dejar en un lugar cálido (temperatura 20º-25º) de 7 a 15 días para su fermentación y producción de kombucha. Personalmente me gusta dejarlo mínimo 15 días

Se puede ir probando cada 5 días, si se desea. Es importante recordar que no se puede meter un cazo metálico para probarlo. Venden frascos de cristal con grifo y es muy cómodo.

7.    Pasados esos 15 días ¡la kombucha está lista!

8.    Con las manos muy limpias se retira el scoby y se mete en un frasco limpio (con tapa) con una taza o dos de kombucha (será la kombucha y ‘starter liquid’ para nuestra próxima creación).

El scoby hay que dejarlo reposar unos días (mínimo 4-5 días) en su ‘starter liquid’ antes de volver a empezar un nuevo proceso de creación de kombucha.

9.     Colar el líquido (ya kombucha) con un colador, ya que puede que queden ‘hilos’ o resto de scoby y puede desagradar.

10.  Envasar en botellas de vidrio limpias y tapar. Se puede meter directamente en la nevera y se corta ya la fermentación o se puede dejar 2-3 días en un lugar cálido y después se puede meter en la nevera para conservarlo. Se suele servir frío.

Hasta este punto hemos hecho la 1ª fermentación de la kombucha. Una delicia y con muchos beneficios, como hemos comentado antes, para nuestra flora intestinal y nuestro sistema inmunológico. Lo puedes tomar como bebida refrescante, lo puedes añadir a tu batido de la mañana, etc

Pasados 15 días tendrás algo así:

kombucha_2.jpg

.

SEGUNDA FERMENTACIÓN

Se puede dar un giro al sabor de la kombucha a través de una SEGUNDA FERMENTACIÓN donde añadiremos frutas, infusiones, especias, etc.  para darle el sabor que deseemos.

1.    La segunda fermentación es la que se hace cuando se envasa la kombucha en las botellas y se deja varios días fuera de la nevera. Ahí comienza y genera unas burbujas. Cuidado con las botellas, no las llenes hasta arriba porque podrían explotar

2.    En esta segunda fermentación se puede añadir lo que nos guste y apetezca para darle sabor: jengibre laminado, limón y naranja en rodajas o en zumo, frutas troceadas, canela, cardamomo, anís estrellado, etc. Esto se lo añadiremos en el momento de cerrar las botellas

3.    Dejaremos las botellas en una zona cálida para que la kombucha siga fermentando y coja el sabor de la fruta, especia, … que hemos añadido

4.    Pasados 2 – 3 días con la kombucha en las botellas y el sabor deseado fermentando se meten las botellas en la nevera para frenar la fermentación. Después la kombucha con sabor está lista para tomar. Cuidado al abrirlas porque debido al gas y burbujas que se creen puede explotar

5.    Servir fría

Si te animas a hacer la segunda fermentación ¡¡¡sé creativo y añade lo que te apetezca y descubre el sabor que más te gusta!

Notas importantes:

  • Para hacer kombucha es muy importante tener las manos muy limpias y el envase de vidrio que se vaya a utilizar también ya que el scoby es muy delicado y podría estropearse (asegúrate que no tienes restos de detergente en las manos ni en los envases)

  • El scoby no se puede meter en el agua con el té si aún está caliente ya que mataríamos sus propiedades y no produciría kombucha (el scoby muere con temperaturas elevadas)

  • El azúcar es el alimento del scoby. Se va a alimentar de dicho azúcar para formar la kombucha. Una vez que ésta está lista el azúcar ha, prácticamente, desaparecido así es que no es una bebida azucarada, simplemente es el alimento para que se pueda formar la kombucha

  • Nunca meter nada de metal en el envase de vidrio si dentro está ya el scoby ya que lo mataría

  • La taza de kombucha ya hecha es fundamental para la preparación de kombucha. Si has comprado el scoby pero no tienes kombucha no puedes hacer kombucha. Necesitarías comprar una botella o que alguien te de 250 – 500 ml para que tú puedas hacerla en casa. ¡Imprescindible! Se necesita un scoby (que puedes comprar online o en tiendas ecológicas, o que alguien que tenga te lo de) y, además, esa taza de kombucha hecha para que puedas empezar (‘starter liquid’)

  • El scoby no puede meterse en la nevera. Evitar, en invierno, que esté en una zona de frío. No le debe dar la luz directa, ni el sol. No debe moverse ni manipularse mucho.

  • El scoby cuanto menos lo manipulemos, mejor, porque así evitamos que se contamine. Si queremos limpiarlo, se hace con un poco de ‘starter liquid’ que luego eliminaremos

  • Antes de volver a empezar un nuevo proceso de creación de kombucha hay que dejar reposar el scoby unos días (mínimo 4-5 días) en su ‘starter liquid’

  • Al meter la kombucha en la nevera se frena la fermentación

  • En la segunda fermentación es muy importante tener mucho cuidado con las botellas: no se deben llenar hasta arriba porque podrían explotar debido a las burbujas que se forman

 

¡Una delicia de bebida y muy saludable!!

¿Te animas a prepararla? Si te animas a hacerlo puedes colgarlo en Instagram etiquetándome: @analarriuthealthcoach. ¡Me encantará ver el resultado y saber si te ha gustado!

¡Espero que te guste! ¡Disfruta!

Kombucha 4.jpg

BENEFICIOS DE LA VITAMINA D

Vitamina D.jpg

La vitamina D es fundamental en la formación ósea dado que ayuda a la absorción del calcio (junto con la vitamina K, el magnesio y el potasio) y es almacenada en el cuerpo con la presencia de grasas. Es una vitamina muy importante para nuestro sistema inmunológico y, por desgracia, un poco ‘olvidada’.

Actualmente se habla mucho de ella por el tema del covid19 y muchas personas han empezado a tomarla como suplemento. Incluso hay estudios que han comprobado que en torno al 80% de los pacientes afectados con coronavirus tienen déficit de esa vitamina y que en personas con niveles más altos los síntomas más leves.

Las personas mayores necesitan mayor aporte diario de vitamina D ya que con la edad es más difícil sintetizar. Durante el coronavirus se han detectado muchos casos de deficiencia de esta vitamina en pacientes geriátricos que padecían covid19.

Es una vitamina que obtenemos principalmente, y de forma natural, a través de la exposición al sol. Si vamos a estar mucho tiempo sin contacto con el sol, como puede ser en los meses de otoño – invierno, mejor suplementarla.

En torno a un 90% de la población mundial tiene déficit de vitamina D. Por este motivo debemos ser conscientes de la importancia de hacer vida en el exterior y estar en contacto con el sol.

También obtenemos la vitamina D de la alimentación, pero es muy difícil conseguir alcanzar los niveles ideales en sangre (valores >40 ng/dl), por tanto, generalmente vamos a tener que suplementarla. Suelo recomendar suplementarla entre los meses de Octubre y Marzo a razón de 3000-5000UI día para adultos con vitamina D3 que es la más efectiva y de mejor absorción.

¿Qué pasa si tenemos déficit de vitamina D?

El déficit de vitamina D puede suponer:

  • problemas cardiovasculares

  • osteoporosis

  • riesgo de fracturas

  • obesidad

  • hipertensión

  • cáncer

  • enfermedades autoinmunes

 

¿Qué pasa si tengo un nivel adecuado de vitamina D?

Además de evitar los problemas enumerados en el apartado anterior conseguir alcanzar los niveles de vitamina D ideales en sangre (valores >40 ng/dl) tienes estos efectos positivos:

  • protege frente a infecciones respiratorias

  • regula el sistema inflamatorio en el embarazo

  • es beneficioso en pacientes con cáncer de mama

  • mejora los síntomas del síndrome de intestino irritable

 

¿Qué alimentos ayudan a aumentar los niveles de vitamina D?

  • Pescados grasos como el atún, el salmón, la caballa, el arenque, las sardinas, los boquerones, etc.

  • Huevos, champiñones, cereales, hígado de buey y de vaca

  • El aceite de pescado aumenta los niveles de vitamina D pero contiene también mucha vitamina A lo que puede llegar a ser tóxico

 

Como la vitamina D ayuda a la absorción del calcio no debemos olvidar la importancia de la ingesta de alimentos ricos en vitamina K ya que estos también ayudarán con la absorción del calcio: espinacas, espárragos, kale, brócoli, perejil, etc. Y lo mismo con el magnesio: espinacas, aguacate, almendras, anacardos, arroz integral, etc. y el potasio: plátano, acelga, chirimoya, coles de Bruselas, setas, etc.

  

Consejos para mantener y aumentar los niveles de vitamina D

  1. Tomar el sol sin protección 20-30 minutos mínimo por la mañana (entre las 10h y las 13h, en España), con cuidado de no quemarse. Estar cerca de una ventana puede ayudar pero la vitamina D no se sintetizaría si hay un cristal entre nosotros y el sol.

  2. Tomar alimentos ricos en vitamina D o enriquecidos: pescados ricos en omega-3 (pescado azul), huevos, aceite de pescado, etc.

  3. Tomar suplemento en otoño e invierno, si es necesario. Es importante consultarlo con un médico y valorar, idealmente, con una analítica. 3000-5000UI día para adultos.  Existen formatos quincenales y mensuales; a mi me gusta el que se toma a diario aunque es cierto que se puede olvidar de vez en cuando

  4. Hacer ejercicio físico de manera regular

 Empieza a cuidarte y vigila tus niveles de vitamina D.  ¡Una vitamina fundamental para nuestra salud!

 

BENEFICIOS DE LA GERMINACIÓN Y ACTIVACIÓN DE LEGUMBRES, FRUTOS SECOS Y SEMILLAS

Germinados (11).jpg

Los frutos secos, semillas, legumbres y cereales son excelentes productos de la naturaleza que contienen inhibidores para evitar la germinación hasta que las condiciones sean las adecuadas y su supervivencia esté asegurada. Sin embargo, estos agentes protectores también actúan como inhibidores de nutrientes y de enzimas, librando una guerra en nuestro sistema digestivo y comprometiendo nuestra salud. Esto puede impedir la absorción de nutrientes como hierro, calcio, zinc y magnesio.



¿Cuáles son los inhibidores de nutrientes de legumbres, semillas y frutos secos?

Los llamados inhibidores o ‘anti nutrientes’ son sustancias que impiden y bloquean la buena asimilación de nutrientes (minerales, vitaminas, proteínas, etc.). En las legumbres, frutos secos y semillas encontramos varios tipos: el ácido fítico, los taninos, los oxalatos y los inhibidores de tripsina.

1.- Ácido fítico:  es un anti nutriente que bloquea buena parte de los minerales que contiene el alimento: minerales como el hierro, el zinc, el calcio, el magnesio y el manganeso.

2.- Los taninos: por un lado, tienen una parte negativa, ya que son inhibidores de nutrientes como el hierro y el cobre y, por otro lado, tienen una potente acción antioxidante.

Los taninos se encuentran casi siempre en la piel fina que recubre los frutos secos. En su mayoría es una piel difícil de eliminar, como es el caso de las avellanas, pero en el caso de las almendras es muy fácil de eliminar pelándolas. ¿Cómo? Poniéndolas en remojo y con un poco de maña, ya que esa piel es muy indigesta. Si no tienes tiempo, una posible opción, es comprar las almendras crudas y peladas.

3.- Los oxalatos: son inhibidores del calcio, del hierro y de otros minerales impidiendo su absorción.

4. Los inhibidores de tripsina: éstos no favorecen las digestiones de proteínas, por tanto, alimentos ricos en inhibidores de tripsina serán de difícil digestión


¿Cómo hacer para neutralizar esos inhibidores de nutrientes?

Es muy sencillo, sólo necesitamos agua. Hay que ponerlos en remojo para que se activen los nutrientes.

En el caso de las legumbres (garbanzos, judías, lentejas, azukis, etc.), en general, son más digestivas cuando se las pone en remojo durante una noche y se les hace germinar.

Ese proceso de germinación mejora la digestión y activan su potencial nutritivo. La germinación se produce cuando a la legumbre le ha salido un pequeño tallo.

Garbanzos germinados - copia (640x480).jpg

¿Cómo se realiza el proceso de germinación?

Es un proceso muy sencillo que consiste en poner las legumbres en agua durante la noche, aproximadamente, 12 horas; al día siguiente se tira ese agua, se enjuagan y se dejan en un escurridor o colador el resto del día (ya sin estar en contacto con el agua).

Por la noche, o en algún otro momento del día, se enjuagan las legumbres de nuevo, hidratándolas y se vuelven a dejar en el escurridor toda la noche, sin agua. A la mañana siguiente se repite el proceso, enjuagar con agua / hidratar y se dejan en el escurridor. Este proceso se repite hasta que un pequeño tallo aparece en la legumbre. Cuando eso ocurre las legumbres están listas para ser cocinadas.

¿Complicado?  

¡No realmente! Es cuestión de planificación y organización. Uno se acostumbra fácilmente y los beneficios son muchos. Muchas personas ven este proceso como engorroso y que para hacer unas lentejas las tiene que dejar germinar antes y el tiempo que ello conlleva. Hay que darle la vuelta a esa forma de pensar y poner varias cosas en remojo a la vez, ponerlas a germinar, y cuando están listas cocinarlas y hacer deliciosas recetas con ellas y ¡sorprenderse a uno mismo y a toda la familia!

A modo orientativo en los tiempos de germinación: las lentejas necesitan unos 2 días, los garbanzos de 3 a 4 días, las judías 2 días.  

Importante: a las judías no les sale el tallo a no ser que se dejen muchos días, pero en 2 días están listas para ser cocinadas, aunque no tengan el tallo.

Una vez germinadas, los tiempos de cocción, aproximadamente, son: lentejas, 20 minutos (al vapor), garbanzos, 20 minutos (en la olla a presión), judías, 14 minutos (en la olla a presión). Una vez cocinados se pueden conservar en la nevera para deliciosas ensaladas, sopas, platos principales, etc.

Elige el método de cocción que mejor se ajuste a ti.

Para una mejor conservación y más duradera se pueden almacenar en botes o tarros de cristal llenándolos con la legumbre y después rellenar el resto del frasco con el agua de la cocción de la propia legumbre (esta agua debe estar caliente).

Se llena el bote hasta arriba del todo, de forma que quede la menor cantidad de oxígeno posible, se pone la tapa y se le da la vuelta al bote, es decir, ponerlo con la tapa hacia abajo. De esta forma conseguimos un ‘envasado al vacío’.

Se puede conservar en la nevera así (con el agua) hasta 3 meses.  

Importante: si las legumbres han germinado, pero no tienes tiempo de cocinarlas en ese momento puedes meterlas en la nevera para cortar la germinación y evitar que el tallo siga creciendo. En cuanto tengas tiempo cuécelas y estarán listas para tus platos.

DSCN1284.JPG

En el caso de los frutos secos y de las semillas (almendras, nueces, avellanas, anacardos, nueces de Brasil, semillas de girasol, de calabaza, etc.) se en remojo ponen por la noche; al día siguiente se tira el agua y se enjuagan bien. De esta forma están listos para comer. No hay que esperar más. También se pueden guardar en la nevera durante 3 días, bien secos para que no les salga moho.

Este sencillo gesto hace que los frutos secos y semillas se 'activen', su pH aumente haciéndolos más alcalinos lo cual ayuda a alcalinizar el organismo y reduce la inflamación.

Para las personas que teóricamente tienen alergia a las nueces, han probado que cuando las han puesto en remojo uno o dos días, desechando el agua cada 24 horas y volviendo a dejarlas en agua pueden comerlas sin ningún problema ni reacción. ¡Ojo, si haces la prueba y eres alérgico por si no te funciona y sufres una reacción!!

Las semillas que tienen muchos mucílagos, como las semillas de lino y chía son más difíciles de poner en remojo ya que se hinchan y quedan como una gelatina viscosa. Con las semillas de chía podemos hacer pudding o añadirlas a nuestros batidos de frutas y verduras, al igual que las semillas de lino. Estas dos semillas, además, son muy interesantes para nuestro organismo gracias a que son ricas en omega-3 y por tanto antiinflamatorias.

Algunos beneficios de la germinación y activación:

 * Mejora la digestión

* Desbloquea los nutrientes: el remojo activa todo el potencial de nutrientes de los alimentos. Aumenta la potencia de las vitaminas A, C y B, las proteínas se vuelven más disponibles y se liberan enzimas vivas

* Implica el consumo de alimentos vivos con muchas propiedades

* Produce mejor sabor y textura: el remojo suaviza los alimentos

* Reduce el tiempo de cocción: los cereales y legumbres que se han puesto en remojo se cocinan más rápido

Remojar y germinar nos permite activar los alimentos para que sean más nutritivos y mucho más fáciles de digerir. ¡Empieza a germinar!

 

¿CÓMO AUMENTAR LAS DEFENSAS EN OTOÑO – INVIERNO?

Cesta de fruta & verdura covid (1).jpg

Con la llegada del otoño se producen muchos cambios en el clima, en las horas de luz, en la temperatura, … Todo esto tiene un impacto en nuestro cuerpo a nivel anímico y también físico.

Es momento de empezar a prepararnos para el invierno y para ello hay que seguir cuidándonos para aumentar las defensas. Sobre todo, actualmente donde estamos viviendo, a nivel mundial, una pandemia debido al coronavirus que puede poner en peligro la vida de muchas personas.

Llevamos meses escuchando hablar sobre la importancia del distanciamiento social, del uso de la mascarilla, del lavado de manos para evitar la infección y el contagio, etc. Medidas, todas ellas, fundamentales y necesarias para luchar con la pandemia que estamos viviendo.

Sin embargo, no se escucha tanto hablar sobre la importancia de un estilo de vida saludable con una alimentación adecuada, la exposición al sol, la vitamina D, la práctica de deporte con regularidad, el descanso y sueño reparador, la gestión del estrés, … Todos estos elementos ayudan a reducir la inflamación, a fortalecer nuestro sistema inmunológico, a mejorar la flora intestinal y, por tanto, a disminuir las posibilidades de contagio por virus, bacterias, parásitos, etc. Y…..., ante una eventual situación de contagio el cuerpo estará más preparado para luchar contra ellos.

Ana+con+cesta+covid+%26+mascarillas+%284%29+-+copia.jpg

Me gustaría compartir hoy contigo algunos los mejores consejos para que tengas fuertes tus defensas. Esto no significa que el hecho de que sigas al pie de la letra estos consejos evites contagiarte con el virus. Ahora bien, cuanto más nos cuidemos menores serán las probabilidades de contagio.

Te anticipo ya que la nutrición y el estilo de vida juega un papel muy importante en el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Ahí van estos consejos:

1.- Tener una alimentación rica en verduras y frutas frescas. Deberían ser la base de nuestra alimentación gracias a sus vitaminas y minerales, enzimas, fitonutrientes, antioxidantes, … todo ello tan potente y esencial para nuestra salud. Elige siempre de temporada, maduras y frescas.

Pon mucho colorido para beneficiarte de las propiedades de cada hortaliza y cada fruta. El color verde también tiene que estar presente en nuestros platos a diario gracias a la clorofila y a su poder depurativo, de eliminación de mucosidad, de oxigenación y limpieza de la sangre, a su contenido en calcio, etc.

La forma de cocinarlas también es importante y variará según la estación del año. En otoño / invierno nos apetecerán calientes (al vapor, al horno, en crema, al wok, …) mientras que en verano el cuerpo nos pedirá cosas frescas y crudas.

Si necesitas ideas sobre cómo cocinar tus alimentos y hacer recetas de forma sana y deliciosa no dudes en apuntarte a alguno de mis ‘Talleres de Nutrición y Cocina Saludable. (para más información: haz clic aquí).

2.- Dejar de consumir aquellos productos que, por su naturaleza, nos desgastan y nos bajan las defensas: el alcohol, el tabaco, el azúcar, los productos procesados y refinados, etc.

El azúcar está presente en la mayoría de los productos procesados, conservas que existen en el mercado: salsas para ensaladas, salas de tomate, panes y bollería industrial, refrescos, …

Estos alimentos nos debilitan, crean mucosidad, irritan el intestino, etc. y ponen en peligro nuestro sistema inmune.

 3.- Aumento del consumo de alimentos ricos en vitamina A: zanahoria, papaya, mango, nectarina, albaricoque, melón, verduras de hoja verde, kale, pimiento rojo, calabaza, etc.

El consumo de estos alimentos, ricos en vitamina A, fortalece nuestro sistema inmunológico mientras que una deficiencia de la misma puede favorecer el aumento de infecciones de tipo vírico.

4.- Aumento del consumo de los alimentos ricos en vitamina C:  es una vitamina que podemos conseguir a través de muchos alimentos como los cítricos: naranjas, mandarinas, pomelo, limones, pero hay  también otros alimentos muy altos en vitamina C como: la grosella negra, fresas y frutos del bosque, el pimiento rojo, el chile, el perejil, las coles de Bruselas, el brócoli, la coliflor, el repollo, el pimiento rojo, el tomate, el kiwi, el hinojo, la papaya, la col rizada (kale), la piña, etc.

Es una vitamina que ayuda a ayuda a combatir agentes patógenos, ayuda a la cicatrización, equilibra el pH del organismo, …

Hay estudios que demuestran que personas con ingesta regular de vitamina C tienen menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas o neurodegenerativas. Es más, en casos de cáncer se suelen recomendar altas dosis de vitamina C ya que ayuda a luchar con el cáncer potenciando los efectos de la quimioterapia.

5.- Consumo de alimentos ricos en vitamina E: podemos encontrarla en aceites vegetales y frutos secos y semillas: almendras, avellanas, nueces, pistachos, anacardos, pipas de girasol, etc.

Esta vitamina es esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a mejorar el sistema inmune, la elasticidad de la piel y ayuda a prevenir algunas enfermedades como el Alzheimer o la arteroesclerosis.

6.- Consumo de alimentos ricos en selenio: semillas de girasol, sardinas, arroz integral, espinacas, yema de huevo, pero sobre todo, el alimento por excelencia rico en selenio es las nueces de Brasil.

El selenio es un mineral que ayuda a estimular el sistema inmunológico, es antiinflamatorio y anticancerígeno.

7.- Consumo de alimentos ricos en zinc: ostras, semillas de sésamo, ternera, pollo, pavo, semillas de calabaza, cereales integrales, etc.

El zinc es un micronutriente esencial que ayuda al sistema inmunológico frente a virus, parásitos, bacterias que pueden atacar nuestro organismo.

8.- Consumo de alimentos ricos en omega-3: semillas de lino, semillas de chía, nueces, pescado azul (boquerón, caballa, sardinas, arenques, atún, salmón).

Los alimentos ricos en omega-3 son fundamentales para nuestra salud dado que nos ayudan a disminuir la inflamación celular y previenen de enfermedades graves.

9.- Alimentos fermentados que ayudan a fortalecer la flora intestinal: kéfir de cabra, miso, tamari, rejuvelac, kimchi, chucrut, aceitunas, verduras fermentadas, kombutxa, etc.

Son alimentos que ayudan a un sistema inmunológico fuerte ya que cuidan y protegen nuestra flora intestinal.

10.- Alimentos o suplementos / especias que también potencian el sistema inmunológico: cúrcuma, jengibre, polen, canela, … son alimentos que ayudan a desinflamar el organismo, disminuyen las mucosidades, etc.

11.- Evitar los productos lácteos y el gluten ya que debilitan nuestro sistema inmunológico y además producen mucosidad. En esta época donde el coronavirus puede afectar las vías respiratorias, el consumo de lácteos debería eliminarse.

12. Baños de sol o vitamina D: A parte de la importancia de exponernos diariamente a sol (sin protección entre las 8h y 10h de la mañana) es necesario consumir alimentos que contengan esta vitamina como aceite de pescado, yema de huevo, arenques, salmón, sardinas, atún, ciertas setas, …

Se trata de una vitamina esencial necesaria para la correcta absorción del calcio, el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, para reducir inflamación celular, etc.

Un porcentaje muy elevado de la sociedad tiene niveles de vitamina D bajos lo cual lleva a un sistema inmunológico deprimido, un aumento del riesgo de enfermedades graves como el cáncer, fracturas de huesos, etc.

13.- Mantenerse activo: el sistema inmune se ver fortalecido cuando estamos activos, nos movemos a través de la práctica de deporte de forma regular. Una vida sedentaria nos baja las defensas y nos hace vulnerables a enfermedades. ¡Así es que no hay excusa para no moverse!

14.- Descanso reparador (7 – 8 horas al día): las horas de descanso y sueño son fundamentales para un sistema inmunológico fuerte. Cuando estamos cansados el sistema inmune tiene una respuesta más lenta y frágil ante la invasión de un virus o bacteria.

15.- Gestión del estrés: el estrés de forma continua (crónico) tiene una capacidad increíble para arrasar con la flora intestinal de nuestro organismo debilitando el sistema inmunológico y por tanto exponiéndonos a diferentes enfermedades. Es fundamental gestionarlo a través de sesiones de yoga, meditación, respiraciones profundas, conectando con uno mismo, … Cada uno debe encontrar la mejor forma para gestionar el estrés para que no le afecte a su salud.

16.- Estado anímico positivo y optimista: existe una relación directa entre nuestra actitud y pensamientos y el sistema inmunológico. Pensamientos y actitud positivos hacen personas felices y contentas; favorecen que nos pasen cosas buenas.


Éstos son algunos de los principales consejos para aumentar tus defensas.

Si quieres pasar un otoño / invierno sin enlazar catarro tras catarro sigue estos consejos.

Además, debido al coronavirus, si deseas evitar el contagio o disminuir el riesgo es importante que comas de la forma más saludable que puedas y sería interesante que lo suplementase con las vitaminas de las que he hablado, que te muevas y estés en contacto con la naturaleza, que gestiones el estrés de tu día a día, que tengas pensamientos positivos, etc.

¡Espero que este otoño / invierno estés más vital y fuerte que nunca!!

 

REMEDIO ANTIGRIPAL

Remedio antigripal 01022019.jpg

Con estos cambios de temperatura, ahora frío, ahora menos frío, .... con el estrés del trabajo y la retoma del año nuevo, los nuevos propósitos, las actividades extraescolares, y otros elementos emocionales ..... nuestro sistema inmunológico puede verse afectado y con ello todo nuestro cuerpo.

Si caes enfermo evita fármacos para solucionarlo y recurre a remedios caseros para reforzar tu sistema inmune. Los fármacos te curarán en UNA SEMANA y los remedios naturales en SIETE DÍAS. ¡Ja, ja, ja!! pero al menos, con los remedios naturales, mimarás tu cuerpo sin exponerlo aún más a un deterioro.

Los fármacos son agresivos y saturan / intoxican el hígado, ralentizando su funcionamiento y favoreciendo problemas y enfermedades.

 Aquí te cuento un remedio antigripal casero:

  • 1/2 cm de cúrcuma fresco (o 1 cc en polvo)

  • 1/2 cm de jengibre fresco

  • Una pizca de pimienta negra recién molida

  • 1/4 cucharada tamaño café de canela

  • Zumo de 1/2 limón

 

Cuece una taza de agua sin que llegue a hervir y añade la cúrcuma y el jengibre. Espera unos 10 minutos. Añade la canela, la pimienta recién molida y el zumo de limón.

Si lo deseas puedes añadir 1/2 cucharada de miel.

Tómate una taza entera cada día mientras esté constipado o te sientas incubar algo. ¡Verás qué bien te sienta!

Tanto la cúrcuma como el jengibre y la canela son anti - inflamatorios y te ayudarán a reducir el dolor y la inflamación. Por otro lado, la pimienta negra es importante para una mejor absorción de la cúrcuma. ¡No olvides añadirla!

¡Cuídate mucho!